- Samue J. Vergara / LANAVEQUINCE
"CasaMorphosis" porque no es tan importante lo que ahora es, sino lo que puede llegar a ser. . .
Os presentamos un proyecto que hicimos hace algún tiempo y del que aún hoy estamos orgullosos. No tanto por lo que nosotros podamos opinar profesionalmente del resultado final, que como siempre habría que analizar para sacar conclusiones sobre la obra realizada, ni porque pensemos en un momento de deliro y locura desmedida que es una obra “digna del pritzker”, jajaja..!! El tiempo pasa, los proyectos se han ido acumulando y con ellos nosotros hemos ido madurando de forma paralela como diseñadores, ya que del propio proceso del proyecto y de su posterior ejecución se aprende y quizá decisiones que tomamos en aquel momento, ahora serían diferentes...o quizá no.
Nuestro orgullo surge por haber conseguido que nuestro cliente confiara en nosotros y que él a su vez consiguiera lo que esperaba. Nos sentimos satisfechos porque el resultado cumple con las expectativas que él tenía. Esto es lo que nos hace felices y para ello trabajamos.
Trabajar sobre una obra ya iniciada y a medio construir no siempre es la mejor opción. La casa fue adquirida por razón de una compra ventajosa a su anterior dueño con la construcción a medio hacer. Parcela muy bien situada, sitio privilegiado, coste muy interesante para nuestro cliente, peeerooo… no era la casa que le gustaría tener. Aquí fue dónde entramos nosotros, aunque no nos lo pondría fácil. La estructura no se podía tocar en ningún punto, no por cuestiones técnicas, sino por indicación suya, a priori ni siquiera la cubierta, los huecos debían mantenerse como estaban y de presupuesto tampoco andábamos “sobrados”, pero eso sí la casa debía ser diferente.
Metidos en materia, y tras varias conversaciones, conseguimos que nos permitiera demoler la cubierta inclinada, algún porche existente y construir una cubierta plana. Los huecos tampoco podían tocarse, así que decidimos jugar con los revestimientos para “alterar”, al menos visualmente la geometría en algunas zonas como si de cirugía estética se tratara, consiguiendo así que la casa tuviera un aspecto diferente. Tuvimos que pagar algún “peaje”, como mantener las vigas de madera del porche trasero, pero al menos pudimos cortar el extremo de las mismas, y dejarlas rectas, la punta era una serie de curvas molduradas, digamos que poco “coherentes” con la idea de geometría pura, línea recta y planos limpios.
Los interiores también fueron objeto del proyecto, así como la piscina, jardines exteriores, el acceso a la parcela, etc. pero quizá dónde más podamos percibir el contraste entre lo que nos encontramos y lo que construimos sea en el aspecto externo de la casa.
En las fotos podéis ver el resultado y como era cuando recibimos el encargo. Como solemos decir en el estudio “no importa tanto lo que ahora es… sino lo que puede llegar a ser”