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  • Samuel J. Vergara / LANAVEQUINCE

Influencia del Diseño de Interiores en Retail, tienda física vs tienda "online"


Hace unos días leía algunos estudios publicados sobre el comportamiento de los consumidores y sus hábitos de compra en los que se afirmaba, entre otras muchas conclusiones, como La tienda física pierde importancia.

Pese a que la compra en tienda física sigue siendo un punto muy importante dentro de la nueva “omnicanalidad”, y es indudable que en algunos sectores sigue siendo la principal opción como “lugar de compra”, es cierto tal y como desvelan dichos estudios, que se aprecia un cierto declive de la tienda física. Lo que desde siempre ha sido el tradicional epicentro del comercio minorista muestra ser vulnerable ante la creciente predisposición de los clientes a alejarse de los patrones de compra tradicionales, es la creciente compra “online”.

Pese a todo, la tienda física sigue siendo el escenario de la gran mayoría de las compras ya realizadas, sin embargo el mismo informe también desvela que las tiendas físicas que no evolucionen o se rediseñen, irán perdiendo atractivo para el consumidor.

En pleno siglo XXI, dónde comprar desde casa es cada vez más habitual, cuando en muchas ocasiones, la compra a través de internet es la primera opción del consumidor, adquiere más importancia aún si cabe la labor del interiorista en el diseño de los espacios comerciales, aportando un valor añadido a la tienda física, ayudando a que la experiencia de compra sea satisfactoria desde el punto de vista práctico y emocional y resolviendo el espacio físico comercial como un potente elemento de posicionamiento de marca. No debemos olvidar que en ciertos sectores, como el de la moda y los aparatos electrónicos, entre otros muchos, el potencial cliente suele visitar la tienda física de forma previa a la compra “online”, es lo que se conoce como “showrooming”. Este genera el 50 por ciento de las compras por internet pero curiosamente el 25% de los “showroomers” visitan la tienda física con la intención de comprar en ella y sin embargo paradójicamente después compran online y muy habitualmente, según dicho estudio, en la competencia.

Colaboremos pues Diseñadores de interior y Retailers a que este porcentaje de compradores en la tienda física aumente y se fidelice. Para ello debemos ofrecerles nuevas experiencias.

Sin duda, en el diseño de locales comerciales, más allá de las soluciones constructivas ingeniosas, de los materiales elegidos, acabados o iluminación, cada proyecto lleva consigo un compromiso del diseñador con una “manera de ser”, una filosofía que la firma intenta transmitir. La dificultad radica precisamente en la toma de decisión proyectual. El diseñador de Interiores, debe descubrir como traducir ese espíritu, ese mensaje, en términos de diseño o arquitectura. Esto es lo más atrayente aunque también lo más difícil, y por eso nos contratan. Este es el factor diferenciador que podemos ofrecer a nuestros clientes.

El Interiorista debe manejar no sólo criterios de tipo económico, sino también constructivos, organizativos y por supuesto emocionales y estéticos. Debemos facilitar desde la idea original del proyecto la relación directa con el producto, protagonista indiscutible del espacio proyectado y que sirve como plataforma y entorno facilitador del proceso de compra. El diseñador sabe integrar en el escenario que maneja diferentes elementos, y favorecer así la relación entre el producto y el cliente-comprador.

La moda, las tendencias, son sin duda una de los elementos impulsores del diseño de los espacios comerciales dedicados a la venta de servicios o productos. Esta influencia “de las modas” en el sector comercial, a priori interesante, no siempre lo es. Vemos multitud de locales comerciales, incluso franquicias dedicadas a un sector específico, como en lugar de confiar en un diseñador que pueda aportar nuevas ideas, copian o mimetizan la imagen de esta o aquella firma de éxito con la esperanza de reproducir sus exitosas cifras de venta, sin que por desgracia para ellos, esto llegue a ocurrir porque cuando se dispone de cifras que avalan el éxito de una fórmula, está ya ha dejado atrás el elemento de impacto o sorpresa en el consumidor. Sin embargo, es este, el del Interiorismo comercial un campo de pruebas increíble para la experimentación y la búsqueda de nuevas y sorprendentes soluciones por parte de los diseñadores de interior de la mano de los Retailers. Casi todo vale como recurso funcional, estético y arquitectónico en la búsqueda de una atmósfera que cautive, seduzca, y atrape al cliente.

El diseño en Interiorismo Comercial no es un fin en sí mismo, es sin duda una inversión y una herramienta que contribuye a proyectar la Imagen de la Marca y a sostener una estrategia comercial pensada para la venta y la más óptima relación con el posible cliente. El diseño de un espacio comercial debe integrar todos los aspectos que componen el conjunto, iluminación, circulaciones y espacios expositivos, mobiliario, grafismo y señalización. Todo debe estar pensado y diseñado para fortalecer la imagen de marca, para potenciar el producto y en última instancia para favorecer y estimular el proceso de compra.

El objetivo principal es mostrar los productos de la mejor manera posible potenciando además la imagen de la marca. Y no es menos obvio que no será lo mismo diseñar un gran establecimiento, supermercado o gran almacén que una delicada y exclusiva boutique o un restaurante de lujo frente a un establecimiento de comida rápida sin que por ello haya que dejar al azar el diseño de ninguno de ellos. Al fin, todos tienen un fin común, vender y vender bien.

¿Podemos por tanto los Diseñadores de Interior, ayudar a que nuestros clientes, sean particulares o marcas comerciales, consigan que sus tiendas o espacios físicos de venta estén bien diseñados y adaptados a los nuevos tiempos, que ofrezcan un entorno espacial, funcional y emocional de acuerdo a las expectativas y al perfil de los nuevos consumidores, y lograr que esto se traduzca en un aumento de las ventas?

Mi respuesta obviamente no puede ser otra que un rotundo SI.


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